16 jun 2012

Una sola voz

Fotografía: Anastassia Panenko.


Ante la coyuntura electoral que viven 39 cofradías de la Semana Santa de Málaga se me antoja, en primerísimo plano, una pregunta clave: ¿Qué necesitan nuestras hermandades del equipo que se fragüe a partir del próximo 20 de junio? Está claro que son muchas y diversas las asignaturas pendientes, como es natural en una institución de este calibre. Sin embargo, y ante diferentes tesituras como las que han venido poniendo a prueba el carácter unidireccional que debería alentar a los cofrades, viene muy pronto una respuesta: Hacer frente común, y hablar con una misma voz. Algo que, las más de las veces por omisión, no ocurre, empujando a las corporaciones a tomar decisiones en solitario que ensombrecen el discurso unívoco, cristiano, que debiera movernos.

Lo eché en falta cuando el Cabildo Catedralicio comunicaba a inicios de la Cuaresma pasada que la exposición sobre la Sábana Santa -que no de la Sábana Santa- modificaría sustancialmente el itinerario de las procesiones. Las estaciones de penitencia en el primer templo de la ciudad habrían de hacer un considerable esfuerzo por encoger el espacio natural de sus comitivas para hacer efectiva la estación sin menoscabo de su dignidad litúrgica. Luego cada cual haría el análisis según su particular escala de valores. Pero añoré entonces un pronunciamiento corporativo al respecto. Ahora que la muestra cambia de sede -cruzando la plaza y yéndose al vecino palacio episcopal- podríamos formularnos la pregunta de si se tomaron las decisiones correctas, o si gracias a un diálogo precedente que nunca se dio, las circunstancias podrían haber sido otras.

Y más recientemente, lo eché también en falta con el tibio asunto de los cirios apagados. Que el Ayuntamiento a través de la empresa municipal de limpieza muestre tan claro desinterés a los elementos simbólicos de nuestras tradiciones es algo que ya no debería sorprendernos. Sólo hay que dar cuenta del trato que reciben nuestros jóvenes músicos para el desarrollo de su actividad; ahí queda claro lo que para el consistorio malagueño es ruido, por un lado, y cultura, por otro. Podría hacerse un silogismo al respecto: La cera derramada en las procesiones de Gloria no es más que suciedad que afea el entorno límpido y pulimentado de la nueva calle Larios -escaparate donde los haya de la ciudad-; la cera derramada durante la Semana Santa es una inversión a fondo perdido, pues genera una riqueza de tamaño calibre que más nos vale no cambiar ni un ápice. Problemas que no existían cuando la calzada de asfalto atravesaba la calle, y sí ahora que el enlosado requiere de un mantenimiento que ni el titanio del Guggenheim de Bilbao... Hipocresía y vacío en los que finalmente cede hasta el episcopado, traicionando principios básicos de su liturgia. Y como ocurre por estos lares, sembrando tristes precedentes.

¿Es lógico que se entable una especie de folletín maniqueo en el que algunas cofradías puedan quedar en evidencia? Las Penas, fiel a la más pura esencia de la tradición y la doctrina de la Iglesia, anunció que llevaría sus cirios encendidos en la procesión del Corpus Christi, para acabar renunciando a ello. La Cena, por su parte, quiso otorgar un nuevo uso para los platillos metálicos del tren de velas de la Virgen y confiar así en que salvarían el brillante pavimento de las indeseadas gotas de cera en el traslado de su Sagrado Titular camino del altar en el Día del Señor. Dolores de San Juan, que organiza su propia procesión eucarística en la octava del Corpus, se planteó renunciar a los cirios grandes de nazareno y su reemplazo por cirios pequeños con cubilete, aunque finalmente adoptó una solución parecida a la de la Cena. La mayoría de las cofradías, por otro lado, se han mostrado cómodas asumiendo que acompañarán a Jesús Sacramentado con un guión y unos bastones. Como si para escoltar al Santísimo no existiera una tradición de siglos que atesorar... ¿Dónde está la voz de la Agrupación, dónde, cuando debiera darse un grito?

7 jun 2012

Restaurar la túnica de la Puente

Jesús de la Puente del Cedrón
vestido con la túnica de Teresa de la Linde.
Año 1900. Archivo de la Hermandad.

Leo con satisfacción que los hermanos de la Puente del Cedrón aspiran a restaurar la magnífica túnica bordada que ostenta la efigie en su procesión de cada Miércoles Santo. Están por cumplirse en 2013 veinticinco años desde que el profesor Juan Manuel Miñarro deleitase a la ciudad con la portentosa imagen de este Cristo maniatado, y parece obvio que el mejor regalo sería devolverle a esta pieza recamada su antiguo esplendor. De la misma forma en que la escultura llegará al cuarto de siglo, la túnica -como la conocemos hoy en día- también habrá cumplido un recorrido similar desde que el taller del malagueño José Miguel Moreno le diera su presente configuración.

Eran otros años, aquellos 80, y se contempló con naturalidad que para completar estéticamente a la dinámica y valiente zancada del Señor, se retocara profundamente el hábito que más de dos siglos antes le compusiera una de las pocas bordadoras documentadas de las que en Málaga se tiene constancia: Teresa de la Linde, quien llevó a cabo esta túnica entre 1760 y 1768 según el Padre agustino Andrés Llordén. En palabras de Eduardo Nieto Cruz, y en referencia a la actuación que tuvo lugar, deberíamos recordar cómo se obró: “Su labor no sólo se ha limitado en lo meramente coyuntural (nuevo tejido soporte), sino que ha instituido cambios en la estructuración ya diseñada en aras de un mayor espíritu creador que potencie aún más la imagen tallada de Juan M. Miñarro. […] Ahora, se ha sustituido el formato de túnica con apéndice caudal por otra talar -uno de los condicionantes a la hora de recomponer los dibujos bordados-, alterándose sustancialmente en formato y tipología la primitiva concepción dieciochesca”[1].

Jesús de la Puente del Cedrón. Semana Santa de 2012.
Fotografía: Álvaro Simón Quero.
Debe quedar claro que lo que se hizo fundamentalmente fue, una vez separadas todas las piezas de su soporte textil, reconfigurarlas con un nuevo diseño en una túnica de tipo “talar” -es decir, sin cola- que mostrase los tobillos de la imagen desde todos sus ángulos, potenciando así el movimiento de la pieza durante la procesión. La llegada de una nueva imagen hubo de suponer un revulsivo para la estética del misterio de la Puente en la calle, y motivar así el giro estético que justificase una tergiversación tan intensa de un objeto patrimonial -la túnica- tan valioso. “Se trata de un Cristo maniatado, cuya composición corporal se aparta del estatismo predominante en esta índole de piezas, para secundar un planteamiento versátil y dinámico. […] El escultor ha supeditado la futura ordenación del paso de misterio a la potente zancada de su protagonista”[2]. El Doctor Juan Antonio Sánchez López no duda en asociar la imagen de Miñarro con un precedente barroco proporcionado por el Cristo del Silencio en el Desprecio de Herodes (hacia 1698), de la sevillana Iglesia de San Juan de la Palma, en el que la posición del cuerpo y la configuración de la tensión direccional son similares.

Detalle de la túnica. Año 1900.
Nos quedaría ahora establecer si, bajo un criterio lo más respetuoso posible con la puesta en valor de una y otra piezas patrimoniales -imagen y túnica, respectivamente-, sería recomendable el restablecimiento del ropón a su aspecto original. Ahí están las viejas fotografías del archivo de la hermandad de la Puente, en las que podemos constatar el soberbio efecto que producía la antigua imagen del Señor, obra de Gutiérrez de León del siglo XIX, ataviada con la espléndida túnica de cola. También con aquella desaparecida efigie se daba la circunstancia de una considerable inclinación del tronco y un sustancial giro del rostro, estilemas que desaparecieron con la imagen que Navas Parejo tallase en 1940, mucho más hierática, antes de ser sustituida por la presente imagen titular. Efectivamente, aquella túnica de caudal de ampuloso vuelo podría cuadrar en el entorno dinámico y envolvente de un neobarroco como el de Miñarro, que bebe de modelos tan ágiles en composición como los del XVII en Sevilla. No son sino las modas, por tanto, las que han preferido una túnica corta para hacer frágil y volátil la mecida de la prenda en connivencia con la música y los andares del grupo escultórico.

Presencia de bordados de la antigua túnica de cola en el guión de la hermandad.
Fotografía: Álvaro Simón Quero.
Por tanto, y si bien estamos de acuerdo en quién acometería la importante obra de restauración -el malagueño taller de Manuel Mendoza-, no queda muy claro si la cofradía se ha planteado desmantelar también el guión corporativo, realizado con todo el excedente de piezas que resultó de la operación antes expuesta. A nuestro entender, se trata ésta de una oportunidad única para hacer justicia con el patrimonio artístico en lo referente al bordado en oro, ahora que la ciudad presume de poseer uno de los más proclives centros de producción en esta labor. El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico podría tutorizar todo el proceso de restauración -tal y como felizmente hizo recientemente con el manto de María Santísima de los Dolores Coronada[3]-, procediendo inicialmente con una reconstrucción arqueológica del diseño, sirviéndose para ello de toda la documentación gráfica existente. La pieza ha sido pasada hasta en ocho ocasiones a nuevo terciopelo, teniendo lugar en algunas de ellas sustanciales cambios de ornamentos y disposición de los mismos, por lo que se hace necesario un estudio en profundidad para recomponer tan egregio puzle.

Como botón de muestra de reconstrucciones ambiciosas, podríamos encontrar referencias en la que en 2007 acometió la hermandad de la Esperanza de Triana[4] al restablecer la disposición de los bordados de una túnica decimonónica de Juan Manuel Rodríguez Ojeda para el titular de las Tres Caídas. En aquel caso concreto, los bordados se encontraban en las vistas de un manto de camarín de la Esperanza de Triana, y tras considerarse inviable la recuperación de la mayor parte de las piezas, fueron bordadas de nuevo en base al antiguo diseño. En 2011 encontramos otra noticia de mayor calado: La Macarena recuperará el diseño original del manto de tisú[5]. En ella, se describe cómo mediante el uso de las nuevas tecnologías -el escaneado de alta precisión de antiguas fotografías- se puede llegar a reconstruir hasta en un 90 % la apariencia primigenia de un antiguo bordado que haya sido distorsionado por sucesivas intervenciones, como es el caso de la túnica del Cristo de la Puente del Cedrón. El cordobés Rafael de Rueda es el artífice de dicha reconstrucción de diseño, que tuvo como precedente el exitoso trabajo de similares características llevado a cabo en la restauración del manto de la Virgen de las Lágrimas, de la hermandad de la Exaltación de Sevilla.

En esta encrucijada, la cofradía de la Puente y la Paloma se encuentra en una coyuntura óptima para cerrar el círculo y homenajear a los artífices que engrosan con letras de oro el patrimonio de la Málaga cofrade. La recuperación del diseño y el bordado originales en esta pieza del siglo XVIII iniciaría una necesaria reconciliación de la ciudad con sus artistas del pasado. Sólo falta la convicción. Y es de esperar que la tengan.



[1] NIETO CRUZ, Eduardo: “Historia y Arte en la túnica de N.P.J. de la Puente del Cedrón. La estética de las formas”. Revista “VIA CRUCIS”, Servicio de publicaciones del Museo Diocesano de Málaga, Año I, Nº 2, Septiembre de 1989.

[2] SÁNCHEZ LÓPEZ, Juan Antonio: “El alma de la madera. Cinco siglos de iconografía y escultura procesional en Málaga”. Edición de la Real y Excma. Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura. Málaga, 1996. Pag. 393.

[3] ALARCÓN RAMÍREZ, Pedro Enrique: “Bordando la historia”. Blog cofrade “El Albacea”, Málaga, abril 2011. Enlace: http://www.elalbacea.com/2011/04/bordando-la-historia.html

[4] SÁNCHEZ DE LOS REYES, Javier: “Reconstrucción del dibujo de la túnica de Juan Manuel Rodríguez Ojeda del Stmo. Cristo de las Tres Caídas, de la Hermandad de la Esperanza de Triana”. Blog artístico “Javier Sánchez de los Reyes. Dibujos y proyectos”. Sevilla, marzo 2011. Enlace: http://javiersanchezdelosreyes.blogspot.com.es/2011/03/reconstruccion-del-dibujo-de-la-tunica.html

[5] MIRANDA, Luis: “La Macarena recuperará el diseño original del manto de tisú”. Diario ABC de Sevilla, Viernes 08 de Abril de 2011. Enlace: http://www.pasionensevilla.tv/index.php?option=com_content&view=article&id=15851&Itemid=182




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